Déjate envolver por el asombroso paisaje de la frontera geológica Norte de Mesoamérica y vive la inspiración de cuatro ecosistemas diversos y contrastantes desde Atotonilco o San Miguel de Allende (ambos, Patrimonio Cultural de la Humanidad), por los senderos milenarios de este cruce de caminos de indígenas, conuistadores, libertarios y viajeros ávidos del contacto con la escencia de la naturaleza en un paisaje auténtico, único, irrepetible y excepcional.